Avanzaba el verano
y el ejército hacia nosotros.
Grandes potencias calladas,
cobardes e hipócritas.
Sentíamos el brindis
de putrefactos emperadores;
riendo a carcajadas
sobre nuestros cadáveres.
Miedo y odio,
piel amarilla hundida en rojo,
dudas en los fusiles,
luchas internas.
Caminaban los días;
maleza de vientos nuevos
emergen entre miles de muertos.
Noches de luz violeta
invaden gargantas.
Hoy un hombre muerto,
paró el sistema
por un momento...
lo hizo en paz
hizo frente al metal de fuego
Hoy, nucas de sangre
inundan
los primeros rayos de sol.
Caras pálidas,
color de amanecer.
De nuestras venas
emergerá un río
y sus gotas volarán
humedeciendo nuestro rostro...
haciéndonos llorar.
Oskar
TABLAS DE MADERA
Me gustaba caminar
con los pies descalzos,
junto a los hombres
de la tabla de madera.
Sentir la sombra,
verde, pura,
salvaje, virgen
de la Amazonia.
Grietas de cielo,
luces electrizantes
desertizando.
Sonidos de caza humana,
hambre por hambre
sonidos de lluvia fresca
transformados en sonidos mecánicos.
Ahora caminan,
pies hundidos en sangre,
casi sin madera para sus labios
con miedo a perder
la sombra...
verde, pura,
salvaje... de la Amazonia.
Oskar
MANOS
ALZADAS
Manos alzadas
Al libre
viento,
Unas veces
blancas,
Otras negras.
Aves heridas
De mortal
alquitrán
Mientras olas
negras
Visten de luto
la mar.
Voces alzadas
Al libre
viento,
Unas veces
murmullos,
Otros gritos.
Muertes
humanas
Bombas en Irak
Por oro negro
Mientras la
censura
Asesina...
Se convierte
en preventiva.
Bocas cerradas
Por falta de
pan,
Criaturas
desnutridas,
Hambre que
mata
Mientras la
avaricia
De mierda se
llena.
Tiranos contra
tiranos,
Y nuestras
manos alzadas
Son juego en
su tablero,
Entre risas
hipócritas,
Diciendo que
es por la paz.
Alcemos los
brazos,
Cerremos los
puños,
Sin miedo a la
libertad
Y destruiremos
ese muro,
Todos juntos,
Manos alzadas
Al libre
viento.
Oskar
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